El desayuno es el alimento más importante debido a que es el encargado de darnos la energía que necesitamos para poder rendir y concentrarnos a lo largo de nuestro día. Si estás buscando un plato sano, rico y con poder saciante, los smoothie bowls son una excelente opción que además se pueden preparar de variadas formas.
La característica principal del smoothie bowl es su consistencia, ya que es mucho más espesa o gruesa que la de un licuado o smoothie normal. Este es delicioso y atractivo a la vista, divertido y fácil de hacer, ya que lo único que requieres son los ingredientes, tu creatividad y una buena licuadora.
¿Qué necesitas?
Taza de Frutas congeladas como piña, plátano, mango, manzanas, fresas, blueberries, zarzamoras, durazno, pera, etc. Pélalas, pícalas y mételas en una bolsa sellada en tu congelador. Si lo deseas, puedes añadir vegetales, col rizada o espinaca.
Base líquida desde agua mineral hasta leches vegetales a base de almendras, arroz, avena o quínoa, agua de coco o agua purificada. (Utilizar 1/2 taza para que predomine la consistencia de la fruta).
Sazonadores como jengibre, canela, miel, polen, stevia, sirope de yacón o de arce, esencia de vainilla, mantequilla de almendras, mantequilla de maní.
Licuadora potente para agregar la base líquida, luego la fruta congelada y los sazonadores, se mezcla muy bien hasta que se logre la textura espesa.
Toppings para decorar el smoothie bowl y agregarle más contenido energético, con opciones como granola, cereal, semillas de chía, amaranto, quínoa, kamut, coco rallado, chips de chocolate, pasas, frutos secos y fruta picada.
Fuentes: Mujer de 10 y Directo al paladar